4. Propiedades del aceite
Como bien sabemos, el aceite de oliva presenta una gran cantidad de beneficios para la salud que contribuyen al correcto funcionamiento del cuerpo, entre otras ofrece ayuda para:
- Colesterol: reduce los niveles de colesterol gracias a su contenido en ácidos grasos HDL, que ayudan a eliminar el tipo de colesterol que perjudica a nuestro cuerpo.
- Hipertensión: su contenido en vitamina E, polifenoles y ácido oleico ayuda a reducir enfermedades cardíacas como la presión arterial.
- Hígado: depura el hígado y la vesícula biliar.
- Estómago: ayuda a la digestión y protege el estómago de la acción de los ácidos, reduciendo la acidez estomacal.
- Antioxidante: gracias a su contenido en vitamina E, protege a nuestro cuerpo contra el envejecimiento celular.
- Saciante: ayuda a calmar la sensación de hambre, por lo que es recomendable su consumo moderado en dietas bajas en calorías, además de que se asocia a la producción de serotonina, un neurotransmisor que regula el estado de ánimo.
- Anticancerígeno: el consumo habitual de aceite de oliva reduce el riesgo de padecer cáncer gracias al contenido en ácidos grasos de este aceite, sus antioxidantes, los polifenoles y los flavonoides.
- Sistema inmune: ayuda en la protección contra enfermedades y fortalece el sistema inmunológico debido a la concentración de nutrientes esenciales.
- Función antiinflamatoria: alivia dolores en articulaciones y músculos, gracias a su compuesto orgánico oleo cantal, que además aporta el toque picante al aceite.
- Beneficios para la piel: Restaura los niveles de humedad de la piel, ya que el aceite de oliva posee grandes dosis de ácidos grasos esenciales, reconstruye las membranas celulares de la piel, gracias a la acción del ácido oleico. Es utilizado en la realización de masajes, tonificando la piel y dándole firmeza.